BITÁCORA DE UN ESCRITOR INDEPENDIENTE

LUIS A. SANTAMARÍA

Son las siete de la tarde. Llego a casa tras una jornada completa de trabajo y una hora extra de deporte. No castigo mucho mi cuerpo, pero aun así estoy cansado. Me recibe Yoda como solo él sabe: con una mezcla de pereza (ha estado durmiendo toda la tarde) y un entusiasmo casi obsesivo que me vuelve loco. Su rabito se mueve como la hélice de una avioneta mientras me da la bienvenida, y de repente me siento como nuevo. Tengo unas dos horas por delante hasta la hora de la cena. ¿Qué hago? Hace unos años, cuando todavía era un aspirante a escritor, hubiera luchado contra la tentación de hacer cualquier tontería con tal de no sentarme frente al ordenador. Pero ahora escribir se ha convertido en mi pasión, y no quiero desaprovechar ese momentito que se me presenta.

Me pongo cómodo, selecciono una música chula para escapar de la realidad y centrarme en el mundo que yo he creado (hoy toca The Danish Girl, de Alexandre Desplat) y abro los dos documentos maestros: en el que guardo todos los apuntes e ideas para la novela, y el de la novela en sí.

Voy por el tercer capítulo de lo que será la tercera y última parte de la saga Ámbar. Me está costando bastante componer la escaleta de este libro, y aunque ya tengo pensado el esqueleto de la trama, los personajes y el conflicto principal, aún necesito ensamblar muchas piezas del puzle. Aun así, tengo la suficiente información como para continuar escribiendo, porque, si algo he aprendido con las anteriores novelas, es que las ideas vienen mejor cuanto más avanzada está la historia. Estoy muy contento con cómo quedó el segundo capítulo, pero este tercero me está costando más. No soy de ponerme objetivos diarios de palabras escritas, así que cuando veo que el reloj muestra casi las nueve de la noche, considero que por hoy ya es suficiente. ¡Lo importante es avanzar!

Antes de ponerme a hacer la cena, sin embargo, me disfrazo de editor y accedo a la página de Amazon kdp para comprobar cómo van las ventas. Observo mis tres novelas alineadas en la pantalla del ordenador y siento mucho, mucho orgullo. Son mis hijos, y con mucho esfuerzo los estoy sacando adelante. Hace 6 años no había escrito nada, y ahora tengo tres novelas luchando por estar en los rankings más altos de Amazon.

Sin título
Mirad cómo corretean por la pantalla… ¿no son una monada?

Bueno, veamos las ventas: El Aleteo de la Mariposa, mi última novela que salió a la venta el 1 de abril, no acaba de despegar (quizá sea porque es el más caro de mis libros, aunque 2,99€ es un precio más bajo que la media, y además la obra es algo más extensa que mis anteriores novelas). Sin embargo, en las últimas semanas se han duplicado las ventas diarias de El Secreto de Oli (novela predecesora de El Aleteo de la Mariposa), con lo que supongo que voy por el buen camino.

Esto me recuerda que mañana tengo que llamar a mi distribuidor para que me confirme lo del sábado 23. ¿Qué no os lo he contado? ¡Voy a firmar en la feria de Pozuelo! Estaré de 12:00 a 14:00 en una caseta firmando libros, y estoy que no quepo en mí de la emoción. Lo que me lleva a que también tengo que llamar al hombre de la imprenta, pues necesito los ejemplares impresos de El Aleteo de la Mariposa para poder llevarlos el sábado. El motivo del retraso de la impresión es que hubo que hacer unas modificaciones en las medidas de la cubierta del libro, para lo cual perdimos casi una semana. Como no tengo una editorial que me presione, no es algo que me quite el sueño, aunque la verdad es que me sienta mal por los lectores que llevan semanas preguntándome por su libro dedicado. Es emocionante la vida del escritor indie, ¿verdad?

Bueno, pues sigo. Me está entrando el hambre y además tengo que sacar a pasear a Yoda, pero antes me pongo en la piel del Luis bloguero y accedo a mi página, Espejos de papel, para ver si alguien me ha comentado algo. Hoy no ha habido suerte, pero tengo un nuevo suscriptor (¡gran triunfo! ¡Bienvenido!). Veo además que uno de mis últimos artículos, El largo camino desde que escribes hasta que publicas una novela, ha tenido una gran aceptación en los últimos días, y va camino de convertirse en mi artículo más popular. También compruebo con estupor que ayer alguien repasó todo mi blog desde Uruguay, artículo por artículo, hasta leerlos casi todos. Puede que os parezca una tontería, pero saber que en el otro lado del mundo hay alguien leyendo tus inquietudes y experiencias sabe muy bien.

Y ahora sí. Os dejo, que Yoda reclama mi atención. Durante el paseo me conectaré a Twitter y Facebook desde el teléfono móvil para mantener mis cuentas activas. Ah, ¡por supuesto que un escritor moderno también tiene que ser experto en social media! Menos mal que en unos minutos estaré cenando y podré relajarme una horita en el sofá. Eso sí, ni siquiera en esa hora de relax mi mente estará a salvo de que le llegue una buena idea, y en ese caso tendré que levantarme corriendo a apuntarla en mi documento de ideas para la novela.

Están siendo unos días emocionantes, en los que además de todo esto tengo una vida familiar, sentimental y profesional que alimentar y disfrutar. Pero mañana me levanto a las 06:25, así que por hoy ya es suficiente.

¡Non stop!

4 comentarios en “BITÁCORA DE UN ESCRITOR INDEPENDIENTE

  1. Entiendo perfectamente enfrentarse al ordenador en días que sientes que no encuentras la inspiración. Y la necesidad de mantenerse activo en todas las redes sociales para que no se olviden de ti, si realmente quieres ser alguien. Feliz presentación.

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